El joven estaba en una protesta cuando lo impactó un proyectil en la cabeza la noche del 28 de junio de 2017. Ese día recibió primeros auxilios al momento de su lesión y posteriormente fue trasladado al Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), en la capital merideña, donde se mantuvo internado por más de siete meses hasta el momento de su muerte. La GNB negó haber estado en el lugar.
Murió el 12 de febrero de 2018.
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